- Casa de Dulcinea: En el lugar existió la casa de doña Ana Martínez Zarco de Morales, la Dulcinea de Cervantes. Fue reconstruida durante la década de 1960, consiguiendo una buena reproducción del caserón manchego del siglo XVI que debió de ser. Tiene dependencias de labor, palomar (que se visita por dentro y que está en activo) y huerto trasero, mas las habituales dependencias de una vivienda. Se la ha amueblado con enseres de la época.
- Centro Cervantino: contiene ediciones del Quijote en varios idiomas, algunos de ellos firmados por personajes ilustres.
- Iglesia de San Antonio Abad: llamada la pequeña catedral de La Mancha, por el órgano que se encontraba en su interior.
Fue edificada en el siglo XVI y perteneció a la orden de Santiago. Es un templo bastante grande construido con piedra de sillería y mampostería, de estilo gótico. Tiene bóveda de crucería y una torre de estilo herreriano.
- Rincón de las clarisas: saliendo de la Casa de Dulciena y atravesando un estrecho callejón, se llega a la bella e incomparable Glorieta García Sanchíz, rincón romántico al más puro estilo becqueriano, en el que podemos contemplar la fachada antigua del convento de las Clarisas, convento de clausura de las madres de la Orden de Santa Clara. Y su Iglesia. Allí se pueden comprar algunos de los dulces típicos como los caprichos de dulcinea.
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